¿Firma? ¿para qué? Evolución y usos de la firma de documentos
Contratos, recibos y facturas son apenas unos cuantos ejemplos de documentos que establecen una relación entre dos partes y requieren de una firma que ayude a establecer acuerdo y conformidad. Pero, ¿por qué firmar?, ¿para qué firmar? y lo más importante, ¿a quién se le ocurrió el acto de firmar?
Antes de comenzar a dar una respuesta a las incógnitas ya planteadas, es importante que primero establezcamos qué es una firma: en primer lugar, la RAE establece que una firma es el “nombre y apellidos escritos por una persona de su propia mano en un documento, con o sin rúbrica, para darle autenticidad o mostrar la aprobación de su contenido” mientras que, por otro lado, los escritores Robles Llorente y Vega Ramos la definen como “cualquier rasgo o signo personal distintivo hecho con la intención de expresar el consentimiento o la manifestación de voluntad realizada en un documento”. Si tomamos como base ambas definiciones tenemos que una firma es un rasgo personal que utilizamos para dar validez o mostrar nuestra aprobación de algún documento.
Desde el punto de vista de la grafología, una firma es un elemento muy personal debido a que representa rasgos característicos en cada persona, tanto así que se suele considerar que la firma representa el 50% de la personalidad del firmante.
La firma en la historia
Si tuviéramos que establecer un origen a la firma autógrafa como tal podríamos decir que desde la época prehistórica los hombres ya utilizaban sus huellas como una especie de firma primitiva para sus pinturas rupestres. Más adelante, en culturas posteriores como la mesopotámica, romana y china surgieron el uso de palabras griegas o latinas que tenían como objetivo mostrar el consentimiento de la otra parte, así como el uso de “sellos personales” de ciertas clases sociales para dar validez a los documentos. Sin embargo, no fue sino hasta la Edad Media cuando estos “sellos” se convirtieron en un requisito para cada integrante de la sociedad.
A lo largo de la historia, las firmas han mostrado su necesidad de adaptarse al momento histórico en el que se crean, veámoslo así: en las épocas anteriores esta adaptación ha sido a las corrientes artísticas de la época, por ejemplo, en la corriente Gótica las firmas autógrafas eran alargadas y delgadas, así como más detalladas y complejas, en cambio en el renacimiento se convirtieron en trazos más sencillos. Después, en el Barroco donde aparecieron trazos más recargados, adornados y complicados.
Funciones de la firma
Bien, ¿cuál es el uso de la firma? Tiene principalmente tres funciones:
- Identificativa: identifica a quien expresa su voluntad en el documento.
- Declarativa: supone una declaración de voluntad, para obligarse y responsabilizarse del contenido escrito, ya que por medio de la firma, la persona que la realiza asume dicho contenido.
- Probatoria: con ella podemos identificar si una persona es quien realmente ha firmado el documento o no, dado su indudable carácter individualizador.
La firma y la época actual
Una vez que llegamos a la época moderna, se puede decir que las firmas y los trazos de ésta dejaron de seguir las corrientes artísticas del momento, pero se enfrentaron a otro tipo de problemas.
Hace más de 7 años, Alejandro Martínez, un abogado litigante se percató de una constante en los juicios: cómo comprobar quién firmó lo que firmó. Las frases con las que se encontró fueron “no está el papel (papelito habla) que sirva como prueba”, “yo no lo firmé y si está firmado esa no es mi firma”. La manera en la que actualmente los juicios han tratado de resolverlo mediante peritos que, por medio de un estudio grafológico, determinen si la persona que se presume firmó el documento lo hizo o no. Sin embargo, este tipo de análisis al final de cuentas terminan siendo muy subjetivos, lo que nos lleva a la siguiente evolución de la firma:
Firma + tecnología
Con todos los avances tecnológicos que tenemos hasta el momento era necesario el uso de estas herramientas para, de alguna forma, lograr generar una firma que eliminara este tipo de problemas y a la vez nos ofreciera más seguridad.
Es verdad que la firma autógrafa aún es utilizada por la mayor parte de la sociedad, lo que nos enfrenta a la complejidad de verificar si una firma pertenece a quien dice haber firmado cierto documento. Entonces, ¿qué solución se ha dado a esta problemática? una firma electrónica, pero ése será tema del siguiente post.
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